miércoles

La pasión

He perdido algo que era esencial para mí y que ya no lo es. He vuelto a ser una persona que nunca fui. Es tan difícil perderse que probablemente prepararé deprisa un modo de hallarme, incluso aunque hallarme sea nuevamente la mentira de que vivo.
Ayer sin embargo, perdí durante horas mi montaje humano. Si tuviese valor, me dejaría seguir perdida. Pero temo lo que es nuevo y temo vivir lo que no entiendo. Tal vez la desilusión sea el miedo a no pertenecer más, a pesar de ello debería decir así:




Ella es muy feliz, porque finalmente se desilusionó.
Lo que yo era antes no era bueno para mí.
Pero de ese bueno yo había organizado lo mejor:
la esperanza.




Perderse significa ir hallando y no saber qué hacer con lo que se va descubriendo.

¿Quién sabe si he sufrido solamente una lenta y gran disolución? Y que mi lucha contra esa desintegración sea esta: Inventar una nueva forma. Una forma circunscribe al caos, da estructura a la sustancia amorfa; si yo cortase la carne en pedazos y los distribuyese a lo largo de los días entonces no sería ya la perdida y la locura: sería nuevamente la vida humanizada.

La vida humanizada…yo había humanizado demasiado la vida.

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